La innovación es el nuevo eslabón que conecta las propuestas arquitectónicas de interiorismo en las áreas de ventas y tiendas de retailers.
Más que un tema vinculado con presupuestos, las distintas marcas tienden al paso del tiempo a considerar los valores digitales y nuevas tecnologías como un aspecto fundamental que normará el comportamiento de sus consumidores.
Hoy día con la tecnología las posibilidades de evaluación de sus compradores son ilimitadas. Se pueden hacer conteos de visitas, los productos que observó, el histórico de consumos, la ubicación e incluso horarios de compras.
Sin embargo, la decisión de los retailers se divide actualmente con otro factor determinante: crear experiencias y definir la conveniencia de crear una integral presencia omnicanal que una la presencia en tiendas, pero también en mercados digitales.
La brecha que separa la nueva mentalidad es grande. Por un lado, figuran las grandes inversiones que requiere incorporar al piso de ventas sofisticados sistemas que vía algoritmos, determinan de manera detallada el comportamiento de visitas y compras. En el otro extremo, está generar arraigo y preferencia de compra a los consumidores a través de la creación de espacios que permitan su estancia en las tiendas.
Por tanto, resulta complejo privilegiar un tema del otro, más aún cuando las áreas de ventas se están convirtiendo en espacios multifuncionales, es decir la creación de un tercer espacio donde la tienda exhiba productos o servicios, pero que al mismo tiempo genere experiencias para el cliente. Nos referimos a temas tan simples como una zona de café o descanso; un espacio para una expo, un pabellón, o incluso combinar distintas experiencias no vinculados a producto.
Estas condiciones que demandan flexibilidad en las estrategias de los retailers, también lo son para el desarrollador o propietario de los inmuebles, dado que los espacios requieren ser versátiles para integrar uno o varios de los elementos señalados.
Otra forma de entender los cambios es la perspectiva temporal. Anteriormente en retail una imagen o un diseño tenían una duración aproximada de 7 años, ahora con los nuevos valores es de 4 a 5 años.
Incluso en las tendencias, como lo es en temas digitales, el storytelling está llegando a las tiendas. Se trata de que los espacios comerciales cuenten historias que aporten al comprador valores agregados.
Estas consideraciones son relevantes porque solo la experiencia de un equipo con áreas específicas de especialidad hacen posible que una marca se suba a esta ola de tendencias en el interiorismo.
La multidisciplinariedad permite también que un concepto refleja la fortaleza de una marca en el espacio comercial en tiempos que se requiere que la marca tenga una proyección que genere fidelidad, desde luego, reflejada en ventas desde cualquier plataforma disponible para las compras.
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